Ante la violencia generalizada nada mejor que un cambio de actitud en la vida:


Una reflexión cuando va la mitad de una semana que por decir lo menos ha sido aterradora.


Muy buenas tardes mis estimados, antes que nada saludos, quisiera comenzar esta reflexión con una de las frases y enseñanzas escritas por el neurólogo, psiquiatra y padre de la Logoterapia Viktor Emil Frankl, en su libro “El hombre en busca de sentido”  en el cual dice lo siguiente: “Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento”.

Esta frase me vino a la mente desde temprano ya que me tocó ingresar al metro y desde que entré en el sistema metro hoy, lo que vi y escuche fueron expresiones de violencia, rabia, desesperanza y hasta escuche como le deseaban la muerte a quienes nos gobiernan y de vuelta escuche algunos reproches hacia los líderes de la oposición.

Lo cierto es que la atmosfera en que nos rodea nuestra ciudad,  está llena de rabia, violencia, odio y desesperanza, tan mal están las cosas que escuche a gente hablando de guerra civil, pidiendo a Dios un Caracazo y vociferando y deseando la muerte a cuanto ser vivo tenían alrededor.

Ahora bien, no es mentira que el país está en una enorme crisis, económica, productiva, moral y pare de contar, lo que indica que dicha crisis es imposible que no nos toque de alguna manera a cada uno de los venezolanos ya sea de manera individual o grupal.

Sin embargo el cómo enfrentemos estas situaciones  es lo que marcará la diferencia, y no será con quejas, odios, resentimientos y rabias que lograremos algo, esa ha sido mi postura desde hace mucho tiempo y espero lo sea hasta el día de mi partida de este plano. Inclusive recuerdo que a mediados del año pasado, puse más de un comentario sobre este tema, ya que estaba aterrado al ver las locuras que se escribían sobre las víctimas de la violencia en las guarimbas.

De hecho hasta insulté a una persona públicamente ya que le parecía bien que una de las personas quemadas, hubiese pasado por esa situación sólo por el hecho de supuestamente ser chavista y luego sucedió lo mismo, al pasarle un daño a una señora por ser de oposición. El problema es que independientemente del color o bando político esas personas eran y son venezolanos.



Por otro lado debemos entender que los venezolanos somos diversos, no diferentes, ojo con eso, diversos, es decir nos vestimos diferente, tenemos gustos diferentes, religiones diferentes, orientaciones sexuales diferentes, gustos diferentes y así muchas otras cualidades que nos hacen diversos, pero tenemos una cualidad única que nos une y no nos hace diferentes sino diversos y es que todos somos venezolanos, un solo pueblo, un solo gentilicio.

Siendo así, lo primero que tenemos que hacer es aprender a respetar esa diversidad y respetar al que es contrario a mi forma de pensar y de sentir, una vez que nos respetemos y nos reconozcamos daremos el primer paso para cambiar las situaciones.

Para  mi es inenarrable el haber visto a una mujer, reírse de un niño comiendo de una bolsa de basura y decir que era culpa del presidente o de cualquier otro. Ojo esa situación está allí y es innegable, pero también es cierto que la responsabilidad no es de una sola persona y que todos nosotros como individuos y como venezolanos tenemos una cuota de responsabilidad en toda esta situación.

Ya que el hecho del deterioro de una cantidad de obras públicas como el metro, los parques y otros no son responsabilidad del Presidente, sino de los usuarios y nuestra falta de cultura ciudadana, es culpa de esa visión que tenemos y que nos hace sentir como los únicos con derecho lo que nos ha llevado a semejante locura, eso de avanzar sin necesidad de pensar en los demás y que nos lleva a que no nos importe nada sino nuestro propio bienestar aun en detrimento de la calidad de vida de los demás, es lo que más daño nos ha hecho.

Ojo, no esculpo ni libro de responsabilidad a nadie, lo que si digo como lo dice el evangelio es “No mires la paja en el ojo ajeno, cuando no ves la viga que hay en el tuyo”, es decir todos tenemos responsabilidad en aquello que pasa y nos aqueja como pueblo.

Cada vez que uno de nosotros apoya un acto violento por rabia o por sentido de indefensión, apoya las consecuencias que se generan de ese acto violento, que pueden ir desde la violencia verbal, hasta la muerte de personas. Lo peor es que hay gente que no sólo apoya sino que aplaude e impulsa  los actos violentos, me pregunto, qué pasará si a la persona que asume esa actitud de apoyar los actos violentos, le toca recibir una de las consecuencias de ese acto de manera directa, es decir un familia, muerto, herido o preso, un negocio saqueado o la pérdida de un inmueble.

Creo esa situación, cambiaría de manera radical la forma de ver la vida de la persona o personas que apoyan los actos violentos. Para mí la violencia es el arma de aquellos que no tienen la razón, violencia sólo trae violencia y es igual a dolor y pérdida.

Otra de las cosas que nos pasa a nosotros como individuos es que nos creemos mejores que los demás, creemos que la vida y la gente nos debe, sin embargo la realidad es otra, no somos mejores que los demás, somos tan insignificantes o tan significantes como aquel con el que nos comparamos, en el momento que vemos y entendemos esto, nos damos cuenta que todos somos dignos de respeto y eso permite el intercambio de ideas y la posibilidad de dialogo.

La situación del país está muy ruda, realmente fuerte, pero si caemos en llamar  a la violencia, si caemos en aplaudir a los violentos, si caemos en el juego del espiral del odio, lo que haremos será empeorar las cosas y convertirnos en cómplices de toda la demencia que vemos a diario en nuestras calles.

Ayer me escribía una persona llamada Efren y me decía algo sobre la doble moral y le expliqué muy bien que el denunciar las situaciones, no es violencia, es denunciar una realidad, el ser crítico es una cosa el ser violento es otra, yo recién denuncié con fotos y videos el colapso de los servicios  de la recolección de basura en El Paraíso donde vivo, lo mismo hice con la situación de la CANTV donde ya tenemos 3 meses sin servicio telefónico, ni de internet. Pero también denuncié en su momento la violencia desmedida de los guarimberos, gente que viviendo en la misma zona nos dejó sin alumbrado eléctrico, que llegó a tal nivel de fanatismo que le mató los perros de una vecina, que le rayaron el carro con llaves a un vecino y lo llaman de madrugada para insultar, sólo por el hecho de apoyar el gobierno, situación con la que no estoy, ni estaré de acuerdo jamás.

Uno puede ser crítico, uno puede denunciar las cosas, uno puede tomar una posición en medio de la desesperación como lo hicimos muchos de los venezolanos apoyando a un bando o al otro, o estando en el medio y diciendo cosas como apruebo esto, pero desapruebo aquello, situación que hice en lo personal, hasta que me di cuenta, como la oposición a mi criterio se estaba burlando de los venezolanos en el juego político macabro que vivimos, matando la esperanza de una gran cantidad de gente y de jóvenes y los mandé al carrizo para no decir otra expresión.




Ojo eso no quiere decir, que le haya dado un apoyo irrestricto a Nicolás a quien tuve la oportunidad de conocer y con quien pude compartir en más de una ocasión y aunque le tengo críticas muy fuertes como presidente, lo considero un hombre digno de respeto, ya que cuando compartió en  mi casa en más de una ocasión se comportó a la altura y como todo un caballero, le guste a quien le guste y le moleste a quien le moleste el comentario.

Y si algo que debo decir de Nicolás es que a pesar de los errores que cometió  o pudo haber cometido y puede que siga cometiendo en su gestión, es que siempre se ha mantenido en una visión de mundo y ha impulsado su proyecto de vida hacia allí, y eso para mí es respetable. Que si es bueno o malo lo que cree o defiende ese no es el caso, ni es lo que intento plantear acá. Sólo quiero dejar claro, que el Presidente Maduro tiene una visión de mundo y un proyecto político que están bueno y valedero como aquel que lo adversa.

Ahora bien, la diferencia que hay con la oposición a mi criterio, es que la misma está dividida en grupos y grupitos, algunos demócratas, otros violentos y otros hiperviolentos, y cada uno hala hacia al lado que le convine, ya han demostrado en más de una ocasión su incapacidad  para unirse y para crear un proceso coherente que coadyuve realmente  a cambiar la situación del país. Y aunque tienen gente muy preparada, al parecer no son capaces de jugar para el mismo equipo que es Venezuela.
Lo que me lleva de nuevo a los primeros párrafos,  los venezolanos no somos diferentes, somos diversos, no va a haber una Venezuela sin chavistas, ni va existir una Venezuela sólo de oposición, por tanto se debe apostar al dialogo  y a la no violencia, tal vez ninguno de las dos fuerzas políticas pueda llevar a buen puerto al país si no se unen, se sientan y discuten.

Pero aguas abajo, donde estamos nosotros el ciudadano de a pie, que no tenemos a veces con qué comer, que no conseguimos transporte, que no conseguimos comida, ni remedios, que nos enfrentamos a diario a comerciantes usureros que nos quieren vender un litro de leche en 170 mil o un cartón de huevos en 200 mil puede estar la diferencia.

Y esa diferencia se da al tener conciencia, al no caer en el discurso violento, al no levantarse y ver la cadena de Whatssap que desde la mañana crea zozobra, temor y angustia, es decir, tenemos una realidad innegable, la vivimos a diario, pero el cómo enfrentemos cada día hace la diferencia, la violencia sólo genera violencia, el miedo genera miedo y ambos generan el caos.


Viktor Emil Frankl en una de sus famosas frases plantea “Nada depende de lo que tenemos que esperar de la vida, sino antes bien y solamente de lo que la vida espera de nosotros” No podemos seguir esperando que nos den cosas, somos nosotros los agentes de cambio real, somos nosotros mismos al no hacernos cómplices de la violencia, lo que eliminamos la violencia, somos nosotros los que al no hacer caso a los rumores mal intencionados paramos la angustia colectiva, somos nosotros cuando denunciamos las actitudes violentas de los grupos violentos los que paramos su accionar, es decir nosotros hacemos la diferencia, nosotros al levantarnos y decidir con que actitud vamos a enfrentar el día que comienza, iniciamos el cambio necesario o seguimos impulsando el caos.

En lo personal, aun sabiendo cómo está la situación del país, aun conociendo el costo de los artículos de primera necesidad, aun conociendo los mensajes de odio y desalentadores de la redes sociales, aun estando rodeado de mensajes y situaciones de violencia, salgo y saldré a trabajar a diario, a dar lo mejor de mí y a tratar de hacer la diferencia, con actos pequeños pero humanos, como el simple hecho de dar el puesto a una señora en el metro, o el dar los buenos días en el ascensor, o el sacra una sonrisa un niño, creo así podemos iniciar un cambio desde las bases.

Me despido con todo el cariño del mundo para quien se tomó la molestia de leerme, diciéndoles lo siguiente, no le hagan la seguidilla a los mensajes, ni a las actitudes violentas, no se preocupen por mensajes desalentadores, vivan día a día, en el aquí y en el ahora, den lo mejor de sí y verán como poco a poco serán una luz en el abismo e iniciaran el camino a la diferencia, ya que la actitud que tomamos ante la vida nos marcará el camino a seguir.

Trabajo, fe, esperanza y trabajo es lo que sacará adelante a este país, no la violencia, no las quejas y no el terrorismo en las redes, ni la politiquería, no te dejes llevar, sé tú mismo y marca la diferencia.

Feliz tarde.

Lcdo. Ronald Marrero.





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